Después del descalabro en Montmeló, donde Williams apenas pudo rascar algo de dignidad, llega Canadá como ese último rayo de sol antes de que se cierre el cielo. Hablar de “última oportunidad” en F1 suena dramático, pero en una parrilla que evoluciona más deprisa que el algoritmo de TikTok, si no aprovechas tus circuitos fetiche… te comen.
Williams sueña con un top 5 en el GP de Canadá
Y el circuito Gilles Villeneuve, con sus rectas largas, frenadas bestias y curvas lentas, es literalmente territorio Williams. Un terreno donde el FW47 puede respirar, estirarse y, quién sabe, colarse en el top 5 si los planetas se alinean (léase: si Ferrari sigue en la siesta, Tsunoda vuelve a desdibujarse y Antonelli continúa con su curva de aprendizaje a cámara lenta).
James Vowles, el jefe de filas en Williams, ya ha dejado caer que Montreal es el sitio donde pueden dar guerra. ¿Podio? No sueñes tan alto, que aquí no hay previsión de lluvia loca ni carreras de eliminación. Pero un quinto o sexto puesto, si todo cuadra, no es descabellado. Y ojo, porque ya lo hicieron antes: Albon se sacó resultados dignos en Australia, Miami e Imola. La pregunta es: ¿podrá Sainz subirse al tren antes de que se le pase la estación?
El madrileño, que aún no ha pasado del octavo puesto esta temporada, necesita un finde redondo. Sin errores de estrategia, sin pifias operativas, sin mala suerte de manual. Porque si no lo logra ahora, en Canadá, la cosa se le puede poner cuesta arriba… y sin pedales.
¿Por qué tanta prisa? Porque en Williams ya han dejado clarito que 2026 es el año clave. Lo demás, puro trámite. Los avances de este curso son contados, y no van a desviar recursos para intentar rascar un par de puntos más. El coche de este año es decente, vale, pero sin actualizaciones serias, el resto de escuderías van a terminar pasándoles por encima.
Así que sí, este GP de Canadá pinta a todo o nada para Williams. Y si quieren dejar huella en 2025 antes de pasar la página, toca hacerlo ya. Porque después de Montreal… puede que solo quede ver cómo los demás se alejan en el retrovisor.
