Después de petarlo en Twitch, arrasar con la Kings League, montar la Velada del Año y convertirse en una marca en sí mismo, Ibai Llanos se mete de lleno en el mundo del fútbol 11 real. ¿El proyecto? Ronin FC, su propio equipo federado que empieza desde abajo, en la cuarta catalana, pero con la ambición por las nubes.
Ibai lo anunció hace unos meses como quien suelta una bomba en medio del directo: “Voy a crear mi propio equipo de fútbol. Desde la categoría más baja de España. Y a ver hasta dónde llegamos”. Así, sin rodeos. Y ya lo conocemos: si algo se le mete entre ceja y ceja, lo acaba convirtiendo en un fenómeno.
El objetivo del Ronin FC de Ibai Llanos
Este lunes se hizo oficial: Ronin FC ya es una realidad. Un equipo registrado, federado y listo para competir. El nombre, por cierto, no es casual: Ronin es un samurái sin amo. Un guerrero que va por libre, pelea por lo suyo y no se rinde jamás. El concepto encaja perfectamente con la filosofía de Ibai, que una vez más apuesta por hacer las cosas a su manera, sin depender de grandes grupos ni inversores.
De momento, el club arrancará su camino en cuarta catalana, la categoría más baja del fútbol regional. Pero la idea no es solo jugar por jugar. Ibai ya ha dejado claro que quiere competir, subir divisiones y crecer paso a paso, como cualquier club humilde pero ambicioso. El sueño a largo plazo está claro: “¿Llegaremos a Champions en 15 años?”, preguntó con una sonrisa medio en broma… o no tanto.

Este nuevo movimiento vuelve a colocar a Ibai en el centro del foco mediático, y no es para menos. Después de revolucionar la forma de ver el deporte desde casa, ahora quiere dejar huella también en el césped. ¿Veremos a streamers y jugadores mezclados en el once titular? ¿Tendremos ruedas de prensa en Twitch? ¿Habrá fichajes mediáticos? Todo es posible.
Una cosa está clara: Ronin FC va a dar mucho que hablar, y no solo en cuarta catalana. Porque si algo tiene Ibai, es que sabe cómo convertir cualquier idea en un espectáculo de entretenimiento de masas. Y si lo acompaña su comunidad, que ya es una legión, el viaje acaba de comenzar.