Cuando hablamos de coches hiperdeportivos eléctricos, el Rimac Nevera R es el protagonista: con una velocidad punta oficial de 431,45 km/h, se colocou como el coche eléctrico de producción más rápido del mundo . Un auténtico misil sobre ruedas combinado con 2.017 CV, turbando todos los registros posibles. Pero atención: esa proeza no se traduce en éxito comercial.
El eléctrico más veloz del planeta y su prohibitivo precio
A pesar de las cifras de infarto (0‑60 mph en 1,74 s y 256 mph en condiciones especiales) , las ventas del Nevera R se han estancado. Rimac planeó fabricar 40 unidades, con un precio de 2,3 millones de euros, y, sin embargo, los pedidos brillan por su ausencia. Bloomberg revela que, aunque el Nevera R estableció récords, no logró conquistar a los compradores adinerados.
¿Dónde está el problema? Según Rimac, y refrendado por foros como Reddit y medios especializados, la razón clave es la reticencia de los millonarios a renunciar al rugido de un motor V8 o V12. Para muchos, el dramatismo y la sinfonía mecánica de un hiperdeportivo sigue siendo más valioso que su rendimiento eléctrico silente.

Incluso Porsche, que posee un 20 % de participación en Rimac y se ha volcado en electrificación, se muestra preocupada: las ventas de este coche no cumplen las expectativas y han generado tensión con los inversores. Además, la caída del 46 % en beneficios del grupo resta aún más brillo a estas cifras.
Este caso pone de relieve una paradoja: en pleno auge de los VE, el nicho hiperdeportivo eléctrico sigue siendo pequeño y esquivo. Aunque la tecnología y el diseño del Nevera R sean de vanguardia, aún no basta para sustituir la emoción de un motor de combustión en el corazón de los aficionados acaudalados.
El Rimac Nevera R es un prodigio en velocidad y exclusividad, pero el mercado de millonarios aficionados sigue buscando el drama, el sonido y la experiencia visceral que solo ofrece un motor tradicional. Parece que, por ahora, el silencio no vende… ni siquiera a 431 km/h.