¿Una relación abierta sin drama, celos ni explosiones de ego? Sí, es posible. Pero no basta con decir “oye, abrimos la relación y ya está”.
No, amigo. Cambiar de estilo de vida no es tan fácil. Para que una pareja abierta funcione de verdad —sin romper platos ni corazones—, hace falta tener las cosas claras, normas firmes y, sobre todo, mucha comunicación.
Las 6 claves para que una relación abierta funcione

Aquí te contamos las claves que marcan la diferencia entre el “vivieron felices y con otros” y el “acabamos en el sofá de la terapeuta llorando”.
Sexo sí, pero con cabeza (y protección)
Esto es básico. Si vas a estar con más de una persona, la salud va primero. Sexo seguro, sin excusas. No es una opción, es una obligación. Nadie quiere ETS como souvenir de una aventura.
La agenda lo es todo
Sí, puede sonar poco sexy, pero planificarse es vital. Google Calendar puede ser el mejor aliado de una relación abierta. El tiempo en pareja y en familia no se negocia: tiene que ser sagrado. Las citas con otras personas se encajan como quien mete un partido entre semana en un calendario de Champions.
Transparencia sin morbo forzado
No hace falta que le cuentes a tu pareja qué pasó minuto a minuto (a no ser que lo pida). Cada uno tiene su umbral: hay quien se excita sabiendo, y hay quien prefiere no imaginar. La clave está en respetar lo que el otro necesita escuchar… o no.
Límites claros: ni casa, ni trabajo, ni amigos comunes
¿Llevar a alguien a casa? Error. ¿Liarte con alguien de tu oficina? Mala idea. ¿Un amigo del otro? Olvídalo. Estos límites no están para cohibir, sino para proteger lo que importa: tu hogar, tu estabilidad y, sí, también tu corazón.
Comunicación y empatía, sin órdenes ni chantajes
Si a tu pareja no le cuadra que salgas con alguien un día, puede decírtelo. Pero no es un veto. Es una petición. Aquí no hay imposiciones. Todo se habla, se acuerda y se ajusta.
Una cita por semana, máximo
No se trata de montar una segunda vida paralela. Esto va de explorar, sí, pero sin que el experimento se coma lo esencial: el tiempo de calidad con tu pareja o tu familia.
En resumen: una relación abierta no es una excusa para hacer lo que te dé la gana. Es un proyecto conjunto que, con reglas, respeto y cabeza, puede funcionar. ¿Fácil? No. ¿Posible? Totalmente.