
El Mazda MX-5 2025 es ese coche que no entra en ninguna categoría lógica del mercado actual. Es incómodo, ruidoso, pequeño… pero a la vez absolutamente único y encantador. En un mundo dominado por SUVs pesados, híbridos enchufables y eléctricos silenciosos, el Miata sigue fiel a su fórmula: ligereza, cambio manual y diversión al volante.
Un viaje directo al pasado
Basta con sentarse al volante para entenderlo. Vas pegado al suelo, notas cada piedra del asfalto y el aire golpea con fuerza cuando bajas la capota. Los 132 CV del motor 1.5 atmosférico parecen poca cosa en la ficha técnica, pero cuentan otra historia en la carretera: estiras marchas hasta las 7.000 rpm, juegas con el cambio y sientes que vas más rápido de lo que en realidad marca el velocímetro.
El truco del MX-5 está en eso: te engaña, pero te enamora. No necesitas 400 caballos para sonreír; basta con enlazar curvas y escuchar cómo sube de vueltas un motor que parece salido de otra época.
Un deportivo en extinción
Mazda presentó la primera generación del MX-5 en 1989, cuando el mercado se volvía loco con turbos y superdeportivos japoneses. Su apuesta era otra: rescatar el espíritu de los pequeños roadsters británicos, pero con la fiabilidad nipona. Tres décadas después, esa filosofía se mantiene intacta, aunque ahora sea casi un milagro que exista un coche así.
En plena lucha por las emisiones de CO₂ y con Europa apretando el acelerador hacia la electrificación, el MX-5 parece un dinosaurio romántico. Sus 142 g/km lo convierten en un modelo difícil de justificar a ojos de Bruselas, pero imprescindible para los que aún disfrutan pisando embrague y cambiando de marcha con la mano derecha.
¿Caro o barato?
Con un precio entre 35.000 y 40.000 euros, algunos dirán que no es precisamente asequible. Pero si buscas alternativas, verás que no hay nada igual: el Mini Cabrio es tracción delantera y más pesado, y el resto de descapotables viven en la liga premium. El MX-5 es el último de su especie, y eso le da un valor incalculable.
El juguete que nunca muere
Puede ser tu coche de diario si no necesitas mucho espacio, o tu capricho de fin de semana para disfrutar de carreteras secundarias. No es práctico, no es silencioso, no es rápido… pero es puro placer. Y en un mercado tan serio y electrificado, el Mazda MX-5 2025 sigue recordándonos por qué nos enamoramos de los coches en primer lugar.