Una semana después de que saltara la triste noticia de que Mateo, de tan solo 11 años, fuera asesinado mientras jugaba a fútbol, continúa la investigación sobre el suceso.
La primera parte de esta está consistiendo en una evaluación médica forense para determinar el grado de discapacidad física del presunto asesino, Juan C. P., una vez el Juzgado de Instrucción Número 3 de Toledo haya decretado prisión provisional sin fianza.
El plan ideado por el presunto asesino de Mateo
En su auto de prisión, el magistrado señala que existen «indicios suficientes» para creer que este fue el responsable de la muerte de Mateo tras apuñalarlo en hasta una docena de ocasiones.
De hecho, este va más allá, sosteniendo que ideó «un mínimo plan preconcebido» para cometer apuñalamiento del menor en las instalaciones deportivas del Ángel Tardío en Mocejón.
Las pruebas clave que sustentan la acusación contra J.C.P. proceden de dos cámaras de seguridad. La primera, ubicada en la residencia de un vecino, vio a este paseando camino de las instalaciones deportivas donde ocurrió el asesinato. La segunda, un dispositivo municipal, le grabó al sospechoso regresando a las calles del pueblo tras el lapso que se estima duró el crimen.
Mientras las investigaciones continúan, los habitantes de Mocejón tratan de lidiar con el dolor y la incredulidad ante un acto tan brutal nunca antes visto en esta localidad.
Un aspecto clave del proceso judicial será determinar la capacidad para ser juzgado plenamente por el asesinato de Mateo o si debe ser juzgado conforme al grado de discapacidad determinado por los forenses.
Sea como fuere, todo apunta a que las primeras vistas no tendrán lugar antes del inicio del 2025. Tiempo más que suficiente para realizar una investigación que pueda confirmar la autoría, averiguar el móvil, reconstruir la escena y, claro está, determinar el grado de discapacidad del acusado. De todo ello dependerá la pena que pida la acusación.
