Un nuevo actor está arrebatando toda la atención en el sector de la automoción durante los últimos meses y ese no es otro que China y sus grandes marcas.
Concretamente en el de los coches eléctricos, que es donde el gobierno chino y los principales empresarios del gigante asiático han puesto el ojo y también las balas.

La sorpresa está siendo mayúscula, ya que en muy poco tiempo han conseguido posicionar muchos de sus automóviles eléctricos a un coste muy bajo.
Tanto que, incluso con aranceles de importación, siguen siendo más económicos que los fabricados en Occidente y, en muchos casos, también que buena parte de los coches de combustión tradicionales.
Pero, ¿cuál es el secreto para que los coches eléctricos chinos sean tan económicos? Veamos qué se esconde detrás de esta revolución en el sector automotriz.
¿Por qué los vehículos eléctricos chinos son tan baratos?
La curiosidad por entender cómo estos coches pueden ser tan asequibles ha llevado a la Oficina Económica y de Comercio de Japón a realizar un estudio de campo desmontando en piezas varios modelos de vehículos eléctricos procedentes de distintos países entre los que se encontraban el BYD Atto 3, el NIO ET5 y el Tesla Model 3.
Fabricación interna: el secreto de los bajos precios
Este análisis reveló que el gigante chino de la automoción eléctrica, BYD, produce internamente la gran mayoría de los componentes de sus vehículos eléctricos, lo que le permite reducir considerablemente los costes. Algo que contrasta con otras empresas que dependen de proveedores externos para piezas esenciales, lo que encarece el proceso.
Además, BYD es el segundo mayor fabricante de baterías del mundo, con una cuota de mercado del 16,4%, solo superado por CATL. Esta ventaja le permite reducir aún más los costes, ya que la batería representa un tercio del coste total de un vehículo eléctrico.
Otro factor que contribuye al bajo coste de producción de BYD es su eje 8 en 1, que integra motor, inversor, caja de cambios y otros sistemas en un solo módulo. Esta innovación minimiza el número de piezas y reduce significativamente los costes de ensamblaje y mantenimiento.
El ejemplo del BYD Dolphin
El modelo que mejor ilustra la estrategia china para comerse el mercado de vehículos eléctricos es el BYD Dolphin. En este, prácticamente todos los componentes, salvo los vidrios y los neumáticos, están fabricados internamente. Esto permite una fabricación eficiente y económica con la que, hoy en día, nadie en el mundo puede competir.
Lecciones para el mercado global
La capacidad de BYD y el resto de fabricantes chinos para mantener sus precios bajos podría cambiar la industria automotriz global. Ahora que ya se conoce el porqué, queda saber si sus competidores decidirán hacer lo mismo o se limitarán a ver cómo china copa las ventas de coches eléctricos a nivel global.