Paige Spiranac no es una golfista cualquiera. Su forma de entender el deporte, y sobre todo su manera de mostrarse en redes sociales, ha hecho que medio mundo del golf hable de ella. Y no precisamente por sus resultados en el campo, sino por cómo desafía —con mucha seguridad— las normas de etiqueta del golf tradicional.
El fenómeno Paige Spiranac en el mundo del golf
A sus 31 años, Paige ha dejado claro que no piensa ajustarse a los códigos de vestimenta más conservadores del circuito. Camisetas ajustadas, tops sin mangas y leggings se han convertido en su uniforme habitual. Nada de polos abotonados hasta el cuello o faldas por debajo de la rodilla. ¿Su respuesta a las críticas? Simple: “Crecí jugando en campos públicos donde los chicos llevaban pantalones cortos de mezclilla y camisetas sin mangas. Lo mío no es nada nuevo, solo que ahora hay más ojos mirando”.

Spiranac lleva años haciendo ruido en redes sociales, donde sus publicaciones combinan golf, estilo personal y reflexiones que conectan con una audiencia mucho más amplia que la de los torneos. No solo está presente, sino que lidera un movimiento que pide que el golf deje de ser ese deporte encorsetado y elitista para abrirse a nuevas formas de vivirlo.

Su estilo puede no gustar a todos, pero nadie puede negar el impacto que tiene. Paige no busca gustar a todo el mundo, sino inspirar a quienes no encajan en el molde clásico. Ella misma lo dice: quiere mostrar que el golf también puede ser divertido, moderno y, sí, sexy.

Y lo que viene promete más de lo mismo: contenido fresco, provocador y siempre con ese toque personal que la ha hecho única. Paige Spiranac no solo juega al golf; está cambiando sus reglas. Y lo hace a su manera, una publicación a la vez.