Europa enfrenta un nuevo desafío en la lucha contra las drogas. Mientras la heroína sigue siendo el opioide más consumido en el continente, los opioides sintéticos, como los nitazenos, están ganando terreno rápidamente.
Estas sustancias, que destacan por su extrema potencia, están provocando un alarmante aumento de intoxicaciones y muertes en varios países europeos.
Fiebre de opiodes en Europa
Desde 2009, Europa ha detectado 81 nuevos opioides sintéticos, muchos de ellos asociados con un alto riesgo de intoxicación y mortalidad. En 2023, los nitazenos se convirtieron en protagonistas, representando seis de los siete opioides reportados por primera vez al Sistema de Alerta Temprana de la Unión Europea.
Los análisis de laboratorio han demostrado que algunos nitazenos son hasta mil veces más potentes que la morfina y entre 10 y 40 veces más fuertes que el fentanilo, una sustancia ya conocida por su alto riesgo. Esta potencia extrema no solo aumenta el peligro de sobredosis, sino que también dificulta su detección en análisis toxicológicos postmortem en varios países, lo que podría subestimar su impacto real.
El aumento de las muertes relacionadas con los nitazenos se ha registrado principalmente en países bálticos como Estonia y Letonia, aunque también se han reportado casos de intoxicación en Francia e Irlanda. Estas sustancias, a menudo comercializadas como “heroína sintética” o en medicamentos falsificados, están transformando el panorama de los opioides en Europa.
Además, la prohibición del cultivo de heroína en Afganistán, implementada por los talibanes, podría agravar el problema al abrir el mercado para opioides sintéticos aún más potentes.
La peligrosidad de los nitazenos
El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) ha instado a los países europeos a prepararse para este cambio en el mercado. Desde este estamento recomiendan fortalecer las medidas de prevención y tratamiento, así como garantizar la disponibilidad de naloxona, un medicamento vital para revertir sobredosis de opioides.
