Se acabó el parón veraniego y, como cada año, el mercado de fichajes de la Fórmula 1 está que arde. Después de un 2024 en el que ya vimos movimientos sonados —como el fichaje de Carlos Sainz por Williams—, muchos pensaban que 2025 sería tranquilo.
Pues no. La parrilla aún tiene huecos muy golosos por cerrar y los rumores no paran de crecer, sobre todo pensando en la nueva normativa que llega en 2026.
Mercedes, la gran incógnita
Todas las miradas están puestas en Mercedes. George Russell termina contrato y se especuló con la llegada de Verstappen, pero con el neerlandés atado a Red Bull, lo lógico es que el británico renueve. La duda es por cuántos años.
Luego está Kimi Antonelli, que pese a su debut lleno de altibajos, sigue siendo la joya de Toto Wolff. Con solo 18 años, dejarle fuera sería un sinsentido, así que su continuidad parece garantizada.
Red Bull y su eterna duda con el segundo asiento
En el universo Red Bull también hay lío. Isack Hadjar, rookie de los Racing Bulls, se ha ganado a pulso seguir. La cuestión es si lo mantendrán en el “equipo B” o le abrirán la puerta grande al lado de Verstappen.
Más complicada está la situación de Yuki Tsunoda, que no termina de rendir junto al bicampeón, y de Liam Lawson, que empezó flojo, pero cada vez suma más confianza y resultados.
Alpine y el caso Colapinto
El argentino Franco Colapinto no lo tiene nada fácil. Llegó como apuesta de Briatore en Alpine, pero tras sustituir a Doohan sigue sin puntuar. Cero puntos y demasiadas dudas. Su asiento está en el aire y la presión es máxima.
Cadillac: la gran novedad

Y si hablamos de morbo, está claro que Cadillac se lleva la palma. El nuevo equipo de General Motors todavía no ha confirmado pilotos, pero los rumores apuntan a dos nombres de peso: Valtteri Bottas y Checo Pérez, ambos libres y con experiencia de sobra para liderar el proyecto.
El mercado de fichajes F1 2026 pinta mucho más emocionante de lo que parecía. Hay asientos que valen oro y pilotos con futuro incierto. La nueva era de la Fórmula 1 está a la vuelta de la esquina y todo apunta a que el baile de nombres en la parrilla aún no ha terminado.