Cuando creíamos haberlo visto todo en el mundo del motor, llega el McMurtry Spéirling para romper cualquier expectativa. Este diminuto deportivo eléctrico no solo presume de cifras impresionantes de aceleración y velocidad, sino que ahora ha demostrado algo que suena a ciencia ficción: puede rodar literalmente por el techo gracias a su increíble capacidad aerodinámica.
El coche eléctrico que acelera más rápido que un Fórmula 1
Este logro no es fruto de la casualidad. El Spéirling ha sido diseñado para llevar el concepto de downforce al extremo. ¿Qué significa esto? Que su aerodinámica genera tal fuerza de succión hacia el suelo (o hacia el techo, si lo pones boca abajo), que consigue pegarse a la superficie con más fuerza de la que pesa. Y no hablamos solo a altas velocidades, como ocurría con el mítico Porsche 956 de los años 80, sino desde parado. Sí, incluso sin acelerar.
¿El truco? Un sistema llamado Downforce on Demand, un ventilador situado en la parte inferior del vehículo que gira a 23.000 revoluciones por minuto y genera hasta 2.000 kilos de succión. Suficiente para mantener en el aire, cabeza abajo, los escasos 1.200 kilos del Spéirling. Todo esto combinado con una estructura compacta (mide solo 3,7 metros de largo) y una batería de 100 kWh que alimenta sus motores eléctricos de más de 1.000 caballos de potencia.
La demostración de esta proeza no fue un simple truco de marketing: el propio CEO de McMurtry, Thomas Yates, se puso al volante y llevó el coche a la acción, demostrando que no solo es rápido —acelera de 0 a 100 km/h en 1,5 segundos, superando incluso a un Fórmula 1—, sino también una revolución en términos de tecnología y diseño.
Para los más afortunados (y adinerados), habrá una versión de calle limitada a solo 100 unidades, con un precio de 1.045.000 euros antes de impuestos. Las primeras entregas están previstas para 2026.
El McMurtry Spéirling no es solo un coche. Es una declaración de intenciones. Una muestra de hasta dónde puede llegar la innovación cuando se mezcla con un poco de locura bien entendida.