La papada suele aparecer por acumulación de grasa bajo la barbilla, provocada por cambios bruscos de peso, sedentarismo o una alimentación poco saludable.
Más allá de mantener una dieta equilibrada, ejercitar los músculos del cuello es clave para reducirla y prevenir su reaparición.
Los 8 mejores ejercicios para eliminar la papada

Estos son los ejercicios que revelan más efectivos para tonificar la zona que va desde la barbilla y hasta el final del cuello para acabar con la papada:
Besos al techo
Levanta la cabeza hacia arriba y simula lanzar besos al techo. Mantén la posición 5-10 segundos y repite 15 veces. Este movimiento estira y fortalece los músculos del cuello.
Apertura de boca
Abre la boca al máximo, saca la lengua durante 5 segundos y mantenla fuera. Luego, conserva la boca abierta otros 5 segundos antes de cerrarla. Realiza 10 repeticiones para tonificar la zona.
Rotación de cabeza
Siéntate erguido, estira el cuello hacia adelante y rota la cabeza siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Mantén cada rotación un par de segundos y repite 10 veces, alternando dirección.
Cara de bulldog
Mira al techo y empuja la mandíbula hacia adelante, manteniéndola así durante 10 segundos. Repite de 10 a 15 veces para sentir el estiramiento en el cuello.
Movimientos con la lengua
Con la boca cerrada, realiza movimientos circulares con la lengua tocando el paladar superior e inferior. Después, saca la lengua intentando tocar la punta de la nariz. Completa 2 series de 15 repeticiones.
Sonrisas amplias
Sonríe al máximo con los dientes encajados y mantén la tensión en el cuello durante unos segundos. Repite entre 10 y 15 veces.
Ejercicio de vocales
Pronuncia las vocales de forma exagerada, manteniendo cada una por unos segundos. Repite el ciclo completo 5 veces.
Masticar chicle
Mascar chicle sin azúcar trabaja los músculos de la mandíbula y el cuello. Hazlo un par de veces al día para potenciar tu rutina.
Incorporando estos ejercicios en tu día a día, junto a una dieta equilibrada y unos hábitos de estilo de vida saludables, notarás una mejora progresiva en la firmeza de tu cuello. ¡La constancia es clave!