Acabas de terminar tu rutina de ejercicio en el gimnasio, en la pista de pádel, el campo de fútbol o la piscina y, sin avisar, llega esa hambre feroz que te hace desear cualquier cosa a tu alcance.
Ojo con tratar de saciarla con cualquier cosa que se te ponga por delante, se encuentre en el cajón goloso o llegue a casa rápido en delivery, ya que hacerlo anulará buena parte de lo conseguido durante la sesión de entrenamiento.
Para ayudarte a maximizar los resultados te contamos los alimentos que debes evitar sí o sí después de entrenar y por cuáles sustituirlos.
Alimentos prohibidos tras tu entrenamiento

Los cinco tipos de alimentos de los que te debes alejar cuando te entre la clásica hambre post entreno son:
Comida rápida y fritos
Admitámoslo, esos nuggets o hamburguesas huelen delicioso después de entrenar, pero son una trampa mortal para tu recuperación. Ricos en grasas saturadas, ralentizan tu digestión, dificultan la absorción de nutrientes y te hacen sentir pesado. ¿Resultado? Parte de tu esfuerzo termina siendo en vano.
Dulces industriales y bollería
Las chocolatinas y pasteles parecen premios perfectos tras el esfuerzo, pero no te engañes. Provocan subidas rápidas de azúcar en sangre que desaparecen igual de rápido, dejándote agotado. Son calorías vacías que no aportan ningún valor nutricional real para tu recuperación muscular.
Bebidas azucaradas o energéticas
Es tentador recurrir a refrescos o bebidas deportivas después del esfuerzo físico, pero están cargadas de azúcar y edulcorantes. Opta por agua, infusiones naturales o agua de coco, opciones hidratantes y saludables.
Alcohol
La famosa cervecita después de entrenar, aunque suene a recompensa, perjudica tu recuperación. El alcohol deshidrata, ralentiza la regeneración muscular y te deja aún más cansado.
Café o té justo después
Aunque te encante esa taza de café, justo después del ejercicio no es buena idea. La cafeína eleva los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y dificulta la recuperación muscular.
¿Qué se recomienda comer después de entrenar?
La clave está en consumir alimentos nutritivos entre 30 y 60 minutos después de entrenar, aprovechando tu ventana metabólica:
- Proteínas de calidad: huevos, pechuga de pollo, salmón, tofu o lentejas. Son esenciales para reparar y fortalecer tus músculos.
- Hidratos complejos: boniato, arroz integral, quinoa o avena, que ayudan a reponer tus reservas de energía.
- Verduras frescas: espinacas, brócoli, pimientos o calabacines, ricas en vitaminas y antioxidantes que reducen la inflamación.
- Grasas saludables: aguacate, nueces, aceite de oliva o semillas de chía, fundamentales para una buena regeneración celular.
Ya sabes, deja a un lado los antojos perjudiciales y escoge sabiamente lo que comes después de entrenar e intégralo como parte de tu lifestyle. ¡Tu cuerpo (y tus músculos) te lo agradecerán!