Desde esta semana, la harina de gusano ya se puede comercializar en la Unión Europea. Este ingrediente, elaborado a partir de larvas deshidratadas y molidas, ha sido sometido a un tratamiento con luz ultravioleta para garantizar su seguridad.
Además, se destaca por su alto contenido en vitamina D3, lo que lo convierte en una opción interesante para enriquecer productos como pan, bizcochos o quesos.
Harina de gusano, un nuevo alimento aprobado por la UE
El uso de insectos en la alimentación no es una novedad en Europa. Desde 2018, la UE ha autorizado la comercialización de otros insectos como la langosta migratoria, el grillo doméstico y las larvas del escarabajo del estiércol.
Estos alimentos han sido evaluados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) antes de su aprobación, siguiendo estrictos controles para garantizar su consumo seguro.
A pesar de la sorpresa que puede generar en algunos consumidores, en muchas partes del mundo los insectos forman parte habitual de la dieta. Se estima que alrededor de 2.000 millones de personas los consumen de forma regular debido a su alto valor nutricional y bajo impacto ambiental.

En redes sociales han circulado rumores que aseguran que la Unión Europea obligará a incluir insectos en los alimentos sin que los consumidores lo sepan. Sin embargo, esta afirmación que se ha convertido en tendencia es falsa. La legislación exige que cualquier ingrediente derivado de insectos esté claramente identificado en la etiqueta del producto, igual que ocurre con otros ingredientes.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha aclarado que nadie será forzado a comer este tipo de alimentos y que su presencia en productos dependerá de la aceptación del mercado.
Beneficios alimentarios del consumo de harina de gusano
Los insectos son una fuente de proteínas de alta calidad, además de contener vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. En el caso de la harina de gusano, su consumo ha sido analizado minuciosamente antes de recibir la autorización de la UE.
Tal como ocurre con otros alimentos, se han establecido límites de seguridad para evitar la presencia de metales pesados o bacterias. Su consumo es seguro para la mayoría de la población, aunque se recomienda precaución a personas con alergias a crustáceos o ácaros del polvo.
El futuro de la harina de gusano dependerá de la aceptación de los consumidores. Actualmente, ya está presente en productos como barritas proteicas, pero su uso en otros alimentos dependerá de la demanda y la disposición de la industria alimentaria para incorporarlo en sus productos.