Arthur Brooks lo tiene claro: o te mueves, o tu cerebro se oxida. El catedrático de Harvard y experto en ciencias sociales no se anda con rodeos: “Si no estás en forma, tendrás deterioro cognitivo a los 60 años. Garantizado”. ¿Duro? Sí. ¿Exagerado? Para nada.
Harvard da la clave para envejecer en condiciones
La receta para envejecer bien —según este peso pesado de la universidad más prestigiosa del mundo— no pasa por tomar más suplementos ni pasarte a las sopas detox. Pasa por sudar la camiseta. Literalmente.
Brooks no solo habla desde la teoría. A sus más de 50 años, entrena casi a diario y lo considera una parte esencial de su “vida intelectual”. Porque, como él mismo dice, el cuerpo sustenta al cerebro. Sin un físico fuerte y activo, el coco se va apagando antes de tiempo.
Y ojo al dato: No hablamos de convertirte en Ironman ni en culturista de Instagram. Basta con moverse cada día y hacer cardio en zona 2 unas 4 o 5 veces por semana. ¿Suena a mucho? Puede. Pero también puedes empezar por menos: andar más, subir escaleras, quitar el ascensor de tu rutina y, si puedes, meterle algo de pesas.
¿Por qué funciona? Porque el deterioro cognitivo no es solo cuestión de edad. También es cuestión de circulación, masa muscular y salud cardiovascular. Si el motor se queda sin aceite, no esperes que la centralita del coche funcione como el primer día.
En resumen: si quieres mantenerte lúcido, creativo y capaz de resolver problemas a los 60 (y más allá), el gimnasio no es opcional. Es obligatorio introducirlo en el lifestyle. Y si no es el gimnasio, al menos moverse como si te fuera la cabeza en ello. Porque, si no lo haces, está comprobado que, antes o después, se te irá la cabeza, amigo.
