Aunque el Mundial de Fórmula 1 está de descanso, en los equipos la actividad nunca descansa. De hecho, está más potente que nunca en busca de mejoras que permitan optimizar los resultados de los monoplazas de cara a la próxima cita mundialista.
En el caso de Red Bull Racing F1 Team, uno de los más potentes, se une al trabajo de pretemporada, el de restructuración económica, tras la pérdida de uno de sus patrocinadores clave, Bybit, una empresa de criptomonedas que aportaba 50 millones de dólares anuales.
Este patrocinio, vigente desde 2022, dejaba su marca en los monoplazas austríacos, pero ahora su nombre ha desaparecido de la lista de aliados comerciales del equipo, según se apunta desde diferentes foros de f1.
La salida de Bybit refleja una tendencia general en la Fórmula 1: el retiro de varias empresas de criptomonedas que alguna vez apostaron por el Gran Circo.
A esto se suma el impacto de la marcha de Checo Pérez, que también ha dejado vacíos en la cartera de patrocinadores de Red Bull. La escudería de Milton Keynes se encuentra en una intensa búsqueda de nuevos socios para compensar estas pérdidas y mantener su competitividad en un entorno cada vez más desafiante.
Nuevas oportunidades y estrategias comerciales de Red Bull F1
En este panorama, Red Bull cuenta con el respaldo de Oracle, su principal patrocinador, que aporta 100 millones de dólares anuales desde 2022. Además, surge la posibilidad de que AT&T, gigante de las telecomunicaciones, busque convertirse en el único sponsor destacado en el monoplaza. Esta propuesta podría representar un salvavidas económico, pero aún queda por concretarse.
En lo deportivo, Max Verstappen, cuatro veces campeón de la Fórmula 1, mira hacia el 2025 con cautela. En una reciente entrevista, destacó la importancia de corregir las debilidades del coche durante el invierno. Además, habló sobre su nuevo compañero, Liam Lawson, enfatizando que el rendimiento del equipo dependerá más de los avances técnicos que del nombre al volante.
Con todos estos retos por delante, Red Bull se prepara para una temporada clave en la que deberá equilibrar la gestión financiera y los desarrollos técnicos para mantenerse en la cima de la Fórmula 1.
