Ferrari vuelve a hacer de las suyas en Monza, y no hablamos solo de la pista. Como manda la tradición en el Gran Premio de Italia, la escudería más icónica de la Fórmula 1 llega con un cambio de look especial. Este 2025, el Cavallino Rampante se tiñe de azul para rendir homenaje a Niki Lauda y el 50º aniversario de su primer título con los de Maranello.
La jugada tiene mucho simbolismo. Fue en 1975, precisamente en Monza, cuando Lauda certificó su primer campeonato del mundo con Ferrari. Cruzó la meta en tercera posición, suficiente para coronarse ante una marea roja de tifosi. Medio siglo después, la escudería quiere recordar aquel momento histórico con un guiño que va más allá del marketing: es pura identidad Ferrari.
Un ritual que ya es costumbre en Monza
Desde que arrancó la era del efecto suelo en 2022, Ferrari aprovecha su GP de casa para estrenar decoración. Ese año, el equipo celebró su 75º aniversario con un toque de amarillo en el coche y en los monos de los pilotos. En 2023 repitieron la jugada tras la victoria del 499P en Le Mans, aunque con menos protagonismo del color. El año pasado apostaron por un look más sobrio: monos negros con detalles amarillos para Charles Leclerc y Carlos Sainz.
Ahora, en 2025, toca el homenaje azul, un color poco habitual en Maranello, pero cargado de significado histórico.
Ferrari busca redención en su GP de casa
La puesta en escena no es casual. Ferrari llega a Monza después de un GP de Países Bajos para olvidar, con un doble cero que dejó tocada la moral del equipo. El recuerdo de 2024, cuando ganaron ante su público, sigue fresco, y la afición espera que el espíritu de Lauda sirva de impulso para repetir la gesta.
Monza es mucho más que una carrera: es el Templo de la Velocidad, la casa de los tifosi y el lugar donde Ferrari no puede fallar. Con el azul en sus monos y el rugido del público, Leclerc y Sainz buscarán devolver la alegría a la grada. Y quién sabe… quizá el homenaje a Lauda se convierta en la chispa que necesitan para volver a lo más alto.
