Los test privados con coches antiguos (TPC) seguirán dando guerra en la Fórmula 1… pero con condiciones nuevas.
La FIA ha cerrado un acuerdo con todos los equipos para regular cómo serán estas pruebas a partir de 2026, el año en que entra en vigor la nueva normativa y muchos equipos cambiarán de motorista.
Los test se harán con los coches actuales, pero con motores del proveedor antiguo. Es decir: aunque Red Bull se pase a Ford, tendrá que hacer los TPC con motores Honda durante dos años más. Lo mismo para Aston Martin (que pasará a usar Honda), Sauber/Audi (que todavía usará Ferrari), Racing Bulls, y Alpine.
Según publica Autosport, los motoristas estarán obligados a seguir suministrando motores a sus antiguos clientes solo para estos test. ¿La pega? Las pruebas saldrán el doble de caras.
Los TCP de los Fórmula 1 de 2026: más caros, mismo motor
Pero no todo son malas noticias: los costes de estos test quedarán fuera del límite presupuestario, así que no penalizarán el rendimiento en pista.
Los TPC se han vuelto cada vez más relevantes en los últimos años. Sirven tanto para que los pilotos oficiales entrenen (con un máximo de 1.000 km por normativa FIA), como para que los jóvenes talentos se pongan a prueba. ¿Ejemplos? Oscar Piastri rodando con Alpine antes de debutar, o Kimi Antonelli haciéndose kilómetros con Mercedes.
Habrá, por tanto, TPC en 2026, serán más caros, pero seguirán siendo clave para preparar el año y para descubrir a los próximos cracks del volante.
Los coches serán los mismos, aunque el alma (el motor) venga del pasado. Y como en todo en la F1, a los equipos no les quedará más remedio que adaptarse. Así ha sido siempre, así será en 2026 y así seguirá siendo más allá de esta fecha.
