El calendario de la Fórmula 1 se enfrenta a cambios significativos. Ante la creciente demanda de países que desean albergar su propia carrera, Arabia Saudí planea incorporar un segundo circuito en su territorio, mientras que los clásicos europeos como Spa, Imola o Monza podrían empezar a rotar, según Stefano Domenicali, CEO de la F1.
Arabia Saudí tendrá dos Grandes Premios de Fórmula 1
Desde su debut en 2021, el circuito de Jeddah ha sido la sede del Gran Premio de Arabia Saudí. Sin embargo, este trazado se anunció inicialmente como temporal, a la espera de la finalización del impresionante circuito de Qiddiya. Ahora, con las obras de Qiddiya avanzadas y proyectadas para estar listas en 2027, el país busca mantener ambos trazados en el calendario, una estrategia respaldada por su capacidad económica.
Si Arabia Saudí logra su objetivo, se unirá al selecto grupo de países con dos carreras en una misma temporada. Actualmente, solo Estados Unidos e Italia gozan de este privilegio, y España lo hará excepcionalmente en 2026. Este movimiento ejemplifica el creciente protagonismo de los petrodólares árabes en el deporte.
Los circuitos europeos de F1, en la cuerda floja
Mientras Oriente Medio amplía su presencia, Domenicali ha insinuado que circuitos históricos europeos podrían entrar en un sistema de rotación. Según sus declaraciones, “muy pronto informaremos sobre la posibilidad a medio plazo de tener algunos Grandes Premios europeos de rotación”. Esto podría afectar a trazados icónicos como Spa-Francorchamps, Imola o Monza.
La Fórmula 1 argumenta que en Europa hay demasiadas carreras concentradas en poco territorio. Sin embargo, esta lógica se tambalea al observar que en un área relativamente pequeña como la de Arabia Saudí, Catar, Baréin y Abu Dabi se planea albergar cinco carreras anuales sin rotación.
Un cambio de rumbo en la Fórmula 1
Arabia Saudí simboliza el giro del campeonato hacia Oriente Medio, donde la economía basada en los hidrocarburos está configurando el futuro del deporte. Aunque la tradición europea sigue siendo el corazón de la F1, el impacto financiero y político de los nuevos escenarios está definiendo una nueva era para el automovilismo.
