Cuando From Software dice que va a hacer algo distinto, hay que agarrarse fuerte. Elden Ring: Nightreign, su primer título multijugador “en serio”, ya está aquí y, como era de esperar, no es para todos los públicos.
Si esperabas una experiencia de entretenimiento cooperativa amable, puedes dar media vuelta. Esto es café para cafeteros. O mejor dicho: para jugadores que llevan el Soulslike tatuado en el alma.
Análisis sin filtros del Elden Ring: Nightreign
Nightreign es el intento de llevar la fórmula Elden Ring al terreno del online puro, y lo hace a lo grande… aunque no sin tropiezos.
Desde el primer minuto, el juego te lanza a una experiencia compartida en la que tres jugadores deben sobrevivir durante tres días en un territorio brutal y despiadado llamado Altolimbo. Matas, saqueas, subes niveles y al final te enfrentas a un jefe. Fácil de decir. Un infierno de ejecutar.
La gracia está en cómo cada partida es distinta. Cambian los enemigos, las zonas, los elementos clave. Pero lo que no cambia es la tensión constante y el muro de dificultad que te golpea sin piedad. Nightreign no se anda con tutoriales. O aprendes o mueres. Y si no vienes rodado de Dark Souls, Bloodborne o Elden Ring, la frustración está asegurada.

Lo bueno es que cuando funciona, funciona muy bien. El combate es más técnico que nunca, con mecánicas como parrys, counters, posturas rotas y gestión de elementos llevadas al extremo.
Y sí, los jefes finales, los Señores de la Noche, están entre los más espectaculares de toda la saga. Solo por derrotar a Libra o a Fulghor con tus colegas merece la pena el sudor, los gritos y las mil muertes previas.
Pero Nightreign también tropieza. El modo para un jugador no está equilibrado. No hay forma de jugar en dúo. No hay juego cruzado. Y tras vencer a los ocho jefes principales, el juego no te da un motivo fuerte para volver.
Además, hay sistemas como los eventos aleatorios, que brillan por su ausencia. En más de diez runs apenas hemos visto uno. Una pena, porque aportan variedad real.
En resumen: Elden Ring: Nightreign es una carta de amor al fan de From Software, pero también una experiencia que te exige más de lo que te recompensa si no vienes ya curtido.
Ofrece entre 40 y 60 horas de contenido brutal, con combates que rozan la excelencia… pero sufre de falta de visión a largo plazo. Sin roadmap ni motivos de peso para rejugar, corre el riesgo de apagarse pronto, pese a su alma incandescente.