Bryson DeChambeau vuelve a agitar el mundo del golf con una creación que promete dar mucho de qué hablar. El carismático golfista estadounidense, apodado “el científico del golf”, ha presentado el que considera su proyecto más ambicioso: un driver desarrollado junto a LA Golf que verá la luz en 2025. ¿Su objetivo? Revolucionar el equipamiento tal y como lo conocemos.
Fiel a su estilo, DeChambeau ha puesto la física al servicio del rendimiento. La clave del nuevo driver está en la personalización de su cara, diseñada para adaptarse a la velocidad de swing de cada jugador. Esto busca que los golpes descentrados —esos que todos hacemos más a menudo de lo que quisiéramos— resulten más rectos y controlados. Menos dispersión, más confianza desde el tee.
El nuevo driver diseñado por Bryson DeChambeau junto a LA Golf
Este driver rompe con la tradición del clásico “bulge and roll”, una curvatura estándar en la cara del palo para corregir trayectorias. Ahora, esa geometría se adapta a cada perfil, lo que supone un avance enorme tanto para profesionales como para aficionados. Como ha dicho el propio Bryson: “Es hora de hacer que tus golpes fallados vayan rectos.”
Aunque los detalles técnicos aún no se han revelado por completo, todo apunta a que el carbono será uno de los protagonistas. Ligero, resistente y altamente moldeable, es ideal para lograr ese equilibrio entre durabilidad y rendimiento que persigue DeChambeau. No sería raro encontrar también otras de sus ya conocidas excentricidades: empuñaduras más gruesas, varillas de grafito personalizadas o medidas poco convencionales.
Más allá del rendimiento personal, Bryson quiere que esta innovación llegue al jugador amateur. “No se trata solo de mí. Este palo debe estar pensado para cualquiera que quiera mejorar su juego”, ha explicado. Y su socio en esta aventura, LA Golf, comparte esa visión: buscar un driver que dé más distancia sin sacrificar precisión.
Lo cierto es que si este nuevo modelo cumple lo que promete, no solo cambiará el juego de quienes lo utilicen… también podría marcar un antes y un después en la forma en la que se diseñan los palos de golf.
