Una de las nuevas dietas de las que todo el mundo habla en internet tiene un nombre muy particular que hace referencia a los porcentajes de tipos de alimentos que deben ingerirse durante un tiempo para perder peso sin pasar hambre.
Hablamos cómo no, de la dieta 90-30-50. Esta asegura que consumir 90 gramos de proteínas, 30 gramos de fibra y 50 gramos de grasa al día consigue hacer adelgazar sin tener que privarse de prácticamente nada. Es por eso por lo que resultaría más efectiva que otras, aunque es importante recordar que no adecuada par todos.
¿En qué consiste la dieta 90-30-50?
La premisa de esta dieta es simple: consumir una cantidad fija de proteínas, fibra y grasas diariamente. Con eso, bastaría para que en cuestión de un año hayas conseguido perder peso y mantenerte en tus nuevos guarismos. Pero, ¿ es oro todo lo que reluce?
Y es que son varios los médicos dietistas que le acusan de no tener en cuenta factores como el peso, la edad o el nivel de actividad física, por lo que esos porcentajes pueden servir para la mayoría, pero no para cada caso.
Además, sorprendentemente la dieta 90-30-50 no especifica nada sobre los carbohidratos, lo que podría provocar un desequilibrio si se consumen en exceso, en tanto en cuanto estos afectan los niveles de azúcar en sangre y la efectividad de la dieta.
Beneficios de la dieta 90-30-50
A pesar de sus limitaciones, esta dieta incluye algunas recomendaciones útiles generales para toda la población. La cantidad de fibra, por ejemplo, es adecuada para la mayoría de las personas y cumple con las recomendaciones de salud, ya que la fibra ayuda a la digestión, brinda saciedad y beneficia la salud intestinal.
En cuanto a las grasas, la clave está en consumir grasas saludables de origen vegetal, como las presentes en el aguacate, las aceitunas y los frutos secos, y evitar las grasas saturadas. Si se hace, el porcentaje también parece saludable y recomendable.
Estructura y sencillez: claves del éxito
Aunque la dieta 90-30-50 no es la solución definitiva para todos, ofrece una estructura que puede ayudar a desarrollar buenos hábitos.
Como siempre recuerdan los dietistas, la clave está en mantener una dieta equilibrada y personalizada, con la suficiente flexibilidad para adaptarse a las necesidades individuales. También, adaptarla a un estilo de vida saludable. Dicho esto, antes de integrarla, recuerda consultarlo con tu médico de cabecera en busca de la mejor solución personalizada para ti.
