Cuando pensamos en los electrodomésticos que más consumen, lo primero que nos viene a la mente suele ser la nevera. No es para menos, ya que está encendida las 24 horas del día para conservar nuestros alimentos. Sin embargo, hay otros aparatos que, aunque los usemos menos, consumen bastante energía en proporción.
Uno de los grandes culpables del gasto eléctrico es el modo StandBy, esa pequeña luz roja que queda encendida cuando los aparatos están apagados pero enchufados. Este consumo invisible representa hasta un 11% del total de la energía que usamos en casa. Por eso, es recomendable desenchufar los dispositivos cuando no los necesitamos.
La televisión ocupa un lugar destacado en el consumo doméstico, solo por detrás de la nevera y el congelador, que juntos representan casi un 37% del gasto energético de un hogar.
Electrodomésticos que más consumen según IDAE:
- Frigorífico: 31%
- Congelador: 6%
- Televisión: 12%
- Lavadora: 12%
- StandBy: 11%
- Horno: 8%
- Ordenador: 7%
- Lavavajillas: 6%
- Otros: 7%
Los electrodomésticos que menos consumen
Entre los electrodomésticos con menor consumo están los de uso puntual, como la cafetera o el secador de pelo. También el microondas puede ser una opción más eficiente frente al horno. Los aparatos con tecnología LED y una buena clasificación energética también garantizan menor consumo.
Desde 2021, todos los electrodomésticos deben tener su etiqueta energética que va de la A (máxima eficiencia) a la G (menor eficiencia), junto con información sobre su consumo anual.
Consejos para ahorrar energía en casa
Algunos de los consejos que puedes introducir en tu estilo de vida para reducir el consumo de energía en casa son:
- Lavadora: Usa programas cortos y agua fría. Si vas a usar secadora, centrifuga bien la ropa antes.
- Lavavajillas: Limpia el filtro con regularidad para que funcione de manera eficiente.
- Frigorífico: Mantén la temperatura entre 3 y 7 grados y evita meter alimentos calientes.
- Horno: Aprovecha el calor residual tras apagarlo para terminar la cocción.
Recuerda: Pequeños cambios en el uso diario pueden hacer una gran diferencia en tu factura eléctrica.
