¿Quieres presumir de un Rolex auténtico sin que te cuelen una copia barata? Aquí tienes una guía infalible para reconocerlo.
Y es que, como es evidente, Rolex auténticos desprenden calidad por donde miras, mientras que los falsos suelen caer casi siempre en las mismas inexactitudes.
Consejos para detectar un Rolex falso

Aquí van los 9 mejores consejos de expertos relojeros, para que no te la cuelen, que son tendencia:
Caja y accesorios: la primera señal
Antes de abrir el reloj, fíjate en la presentación. Un Rolex original viene en una caja de material premium, con grabados nítidos y acabados limpios. Las falsificaciones suelen tener costuras deshilachadas, plástico de mala calidad y etiquetas verde apagado.
Peso y acabado
Los Rolex usan acero 904L, muy resistente y pesado. Si tu reloj se siente ligero o hueco, algo falla. Además, los eslabones deben articularse suavemente, sin rebabas.
Movimiento del segundero
El segundero de un Rolex auténtico avanza casi sin interrupciones gracias a 28,800 alternancias por hora. Si escuchas un tic‑tac notorio, es probable que sea cuarzo.
Lupa “Cyclops” sobre la fecha
La famosa lupa debe ampliar la fecha 2,5× sin distorsión. Si solo se ve un ligero aumento o está mal centrada, no es un Rolex genuino.
Grabados microscópicos
Desde 2005, Rolex graba la corona en el cristal a las 6 h y la palabra “ROLEX” en el rehaut. En un auténtico, estos grabados son profundos y perfectos. Si ves defectos, alarma roja.
Fondo de la caja
Rolex apenas utiliza fondo transparente. Si ves el mecanismo, salvo que sea un modelo 1908, desconfía.
Bisel y esfera
Los números del bisel deben estar grabados y alineados. Las falsificaciones suelen cometer errores: biseles foscos, inscripciones borrosas.
Precio
Un Rolex legítimo nunca estará “tirado”. Si te ofrecen un GMT‑Master II por 3,000 €, con papeles, pero sin caja, seguramente sea falso.
Incluso las falsificaciones más avanzadas pueden engañar a un ojo sin experiencia. Si dudas, acude a un relojero certificado o plataforma especializada para una revisión técnica.
En resumen, distinguir un Rolex auténtico de uno falso no es cuestión de un solo dato, sino de la suma de detalles: peso, acabado, grabados, sonido y transparencia. Aunque parezca una inversión sencilla, vale la pena asegurarse bien. Y recuerda: si no estás seguro, confía el veredicto a un experto.