Desde la pandemia de COVID-19, los clubes de running han ganado un protagonismo inesperado. Estos se han convertido en mucho más que en un lugar común en el que compartir una afición y hacer deporte.
Los clubes de corredores son hoy en día un espacio para socializar, en le que conocer gente, hacer amigos y, en ocasiones, también para encontrar pareja.
Tanto es así que muchos los conocen como “el nuevo Tinder”, asegurando que son un espacio sin presión y sin la superficialidad que se da en las apps de ‘ligoteo’, facilitando enormemente la creación de nuevas parejas.
Los clubes de running, el lugar perfecto para ligar
Además de los dos o tres encuentros semanales para correr por parques o montañas, los clubes de running hacen que se junten varios fines de semana al año para tomar parte en carreras y disfrutar de post carreras donde se fraguan las relaciones.
Y es que estas reuniones permiten a los miembros relajarse, charlar y conocerse en un entorno amigable, reforzando los lazos en un entorno en el que las hormonas de la felicidad liberadas durante la actividad deportiva juegan a favor.
La autenticidad del esfuerzo compartido, el sudor y la superación personal elimina barreras y facilita conexiones genuinas que nada tienen que ver con las que se dan en las apps de citas, donde las apariencias y las primeras impresiones lo son (casi) todo.
Comparación con las apps de citas
No revelamos nada nuevo si decimos que las apps de citas que durante tanto tiempo fueron tendencia, hoy cotizan a la baja. Muchos usuarios sienten que las interacciones son superficiales y basadas únicamente en lo físico. Para colmo, abunda el ghosting y la responsabilidad sentimental parece no existir para buena parte de los usuarios.
En cambio, los clubes de running ofrecen una forma más natural de conocer a las personas y libre de ese mercadeo de carne en el que se ha convertido Tinder.
Dicho esto, lo importante al unirse a estos clubes es disfrutar del deporte y mejorar la salud. Y si además de sentirte mejor contigo mismo, salta la chispa del amor, pues mejor que mejor.
