Agárrate fuerte porque vienen curvas para la FIFA. Resulta que el organismo que mueve los hilos del fútbol mundial tiene un problemón gigante: más de 100.000 jugadores se han unido para ponerle una demanda colectiva.
Sí, así como lo oyes. El tema no es ninguna broma y podría cambiar las reglas del juego (literalmente).
El ex madridista Lassana Diarra pone a la FIFA contra las cuerdas
La historia tiene su origen en el caso de Lassana Diarra, ex del Real Madrid, quien quiso romper su contrato con el Lokomotiv de Moscú para irse al Charleroi belga. Pero claro, la FIFA le puso trabas, argumentando su famoso reglamento. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dijo: “quietos todos”, porque esa norma va contra dos principios fundamentales de la Unión Europea: la libertad laboral y la competencia justa.
Para ponerlo en palabras sencillas: la FIFA lleva años limitando injustamente la libertad de los futbolistas para elegir dónde jugar. Y claro, los tribunales europeos han dejado claro que esto no es legal. El resultado: la puerta se abre para que todos los futbolistas perjudicados desde el año 2002 hasta hoy puedan reclamar por los daños económicos sufridos.

La Fundación para la Justicia de los Jugadores (JfP) lidera esta macrodemanda, que apunta no solo a la FIFA sino también a varias federaciones nacionales de fútbol. Calculan que hasta 100.000 futbolistas de toda Europa y del Reino Unido podrían sumarse.
Este movimiento judicial promete sacudir los cimientos del fútbol internacional. Si prospera, la FIFA se verá obligada a revisar a fondo sus reglas y a compensar económicamente a miles de jugadores que durante años han visto bloqueadas sus carreras.
Así que atento, porque este caso podría acabar transformando radicalmente el panorama del fútbol profesional. Una auténtica revolución que pone contra las cuerdas al organismo más poderoso del deporte rey.