Salir de fiesta y tomar unas copas con amigos es algo común entre los menores de 30 años, pero en los últimos años ha surgido una tendencia preocupante: el binge drinking, o lo que es lo mismo, beber grandes cantidades de alcohol en muy poco tiempo.
Este hábito que parece haberse convertido en tendencia entre los veinteañeros, lejos de ser inofensivo, está generando consecuencias graves en la salud de los jóvenes y preocupa cada vez más a los expertos en adicciones.
¿Qué es el el binge drinking?

No se trata de tomarse un par de cervezas en una noche, sino de ingerir rápidamente una cantidad excesiva de alcohol hasta llegar al punto de la embriaguez. Según los criterios médicos, esto ocurre cuando un hombre consume cinco o más bebidas alcohólicas en menos de dos horas, mientras que en las mujeres la cifra se reduce a cuatro.
Esta forma de consumo se ha vuelto frecuente entre los jóvenes porque buscan embriagarse rápidamente, a menudo en entornos de fiesta y botellón. Sin embargo, lo que muchos no saben es que este comportamiento dispara el riesgo de intoxicaciones etílicas, accidentes y problemas de salud a largo plazo.
Cada vez más jóvenes presentan síntomas de alcoholismo
Los datos reflejan que esta práctica no es un caso aislado. El Observatorio Español de Drogas y Adicciones reveló que en 2022 un 15,4% de los encuestados admitió haber bebido en atracón en el último mes. El grupo más afectado es el de 20 a 24 años, aunque también se ha detectado un aumento entre los menores de 20.
Además, aunque históricamente el binge drinking era más común en hombres, los últimos estudios apuntan a un incremento significativo entre las mujeres.
Las zonas de España donde más se bebe en exceso
El informe también señala que algunas comunidades superan la media nacional en intoxicaciones etílicas. Murcia, La Rioja y Canarias encabezan la lista de regiones con más casos de binge drinking, mientras que en Navarra y Canarias las borracheras graves superan el 25%.
Dicho esto, no todo son malas noticias. En paralelo a esta peligrosa tendencia, está creciendo un movimiento entre los jóvenes que apuesta por el ocio sin alcohol. Cada vez más personas disfrutan de salir de fiesta sin necesidad de beber, demostrando que se puede pasar bien sin poner en riesgo la salud.