Sabemos que te gusta rendir al máximo. Pero si llevas días durmiendo regular, tenemos que decirte algo: tu cuerpo ya ha activado la alarma roja.
Según la Sociedad Española de Neurología, más de la mitad de los españoles no duerme las horas que debería. Y casi la mitad, aunque duerma, no descansa bien. ¿Y qué pasa cuando eso se repite noche tras noche? Tu cuerpo se raya, se pone en modo supervivencia y empieza a acumular grasa como si viniera un apocalipsis.
Confirmado: No dormir lo suficiente te hace subir de peso
Sí, has leído bien. Dormir poco engorda. No porque lo diga tu cuñado, sino porque lo demuestran los estudios. Cuando no descansas bien, tu metabolismo se ralentiza, tu sistema digestivo funciona peor y tu cuerpo almacena grasa con más facilidad. Por si fuera poco, tu microbiota intestinal (las bacterias buenas de tu intestino) se descontrola. Las malas crecen, las buenas desaparecen. Resultado: más antojos, más hinchazón, peor digestión y más grasa acumulada.
Y no te pienses que esto se arregla con una siesta. Una sola noche chunga ya tiene efectos en tu sensibilidad a la insulina. O sea, lo que comes, lo almacenas como grasa. Así, sin más.

Ah, y la melatonina, esa hormona que ayuda a dormir, también regula los movimientos del intestino y la regeneración celular. Dormir mal es un dos por uno: ni descansas ni te regeneras. Y ojo, porque la falta de sueño también está relacionada con la aparición de diabetes tipo 2.
En resumen: si estás durmiendo poco y te notas más lento, más hinchado o más irritable, no es casualidad. Tu cuerpo lo está notando. Así que ya va siendo hora de que le prestes atención al descanso, lo que comes y, en definitiva, a tu estilo de vida de una vez por todas. Tu salud está en juego.