Hacer ejercicio y querer dormirse a continuación parece lo más natural del mundo, ¿verdad? Pero no siempre es tan sencillo. Puede que te hayas lanzado a una sesión intensa justo antes de meterte en la cama y, pese a estar molido, te has quedado con los ojos como platos a las 23:30. Resulta que el momento y la intensidad del entrenamiento importan más de lo que creías.
Lo que dicen los expertos sobre el mejor momento para entrenar
El profesor Kevin Morgan, fundador de la Clinical Sleep Research Unit en la Universidad de Loughborough, lleva décadas estudiando el sueño y advierte: un entrenamiento brutal antes de acostarte puede empeorar tu descanso. De hecho, señala que “los atletas duermen mal, los deportistas de élite duermen peor que nadie…” . ¿La razón? Estimulan el sistema nervioso y elevan la temperatura corporal, dos factores que dificultan un sueño reparador.
Por su parte, Johan Meurling, médico del NHS, apunta una causa clave: “la estimulación del sistema simpático da un impulso de energía”, lo que retrasa el sueño o empeora su calidad. En cambio, practicar ejercicio suave (“Zona 2”) un par de horas antes de acostarse no solo no molesta, sino que puede ser beneficioso.
¿Cuándo entrenar para dormir mejor?
• Si haces cardio intenso (p. ej. correr 10 km), evita hacerlo al menos una hora antes de irte a la cama. Eso permite que tu cuerpo se enfríe y baje la activación.
• Si optas por ejercicio moderado (zona 2), puedes hacerlo un poco más tarde sin problema. Incluso sesiones suaves por la tarde mejoran la calidad del sueño y reducen la ansiedad.
• La clave no es el horario exacto, sino ser constante. Entrenar a la misma hora cada día ayuda a sincronizar tu reloj interno (los famosos “zeitgebers”) y mejora el ritmo del sueño.

Además, varios estudios coinciden: el ejercicio regular ayuda a conciliar el sueño más rápido y aumenta la duración del mismo, incluso en personas con insomnio crónico. Sobre todo cuando este se convierte en el día a día de quienes lo practican.
Olvídate del plan “entreno brutal + ducha + cama” justo antes de dormir. En lugar de eso, elige entrenos suaves o moderados, deja tiempo para que tu cuerpo se relaje, y mantén una rutina constante. Ese combo te acerca mucho más a dormir como un rey, descansar de verdad y despertarte al día siguiente con energía de sobra.