¿Otro flagship más en el mercado? Para nada. El Nothing Phone (3) no quiere pasar desapercibido entre clones sin alma y móviles cortados por el mismo patrón. Esta vez, la marca de Carl Pei entra de lleno en la liga de los grandes con un teléfono que apuesta por el diseño, la experiencia de usuario y una hoja técnica casi impecable.
Reseña del Nothing Phone (3)
Lo primero que impacta, cómo no, es el diseño traslúcido. Nada de postureo: la estética sigue siendo única, diferente y pensada para generar conversación. La Glyph Matrix, una pantalla LED circular en la parte trasera, añade una funcionalidad casi futurista: notificaciones, carga, cronómetro, reloj digital… todo sin encender la pantalla principal. Y sí, también tiene juegos. Literal.
Por delante, el Phone (3) es un señor teléfono: panel AMOLED de 6,67”, 120 Hz, hasta 4.500 nits de brillo pico y resolución 1.5K. Se ve de escándalo, incluso a pleno sol. Bajo el capó, un Snapdragon 8s Gen 4 que, sin ser el más potente del año, rinde con soltura y eficiencia. Además, con hasta 16 GB de RAM LPDDR5x y 512 GB UFS 4.0, fluidez no te va a faltar.
En fotografía, Nothing pone toda la carne en el asador: triple sensor de 50 MP, incluyendo un teleobjetivo con zoom óptico x3. Y en vídeo, 4K a 60 fps con UltraXDR. ¿El resultado? Aún por analizar a fondo, pero pinta bien.
Donde muchos lanzan humo con IA, Nothing propone funciones útiles: Essential Space, grabación automática al girar el móvil, búsqueda por contexto e integración con ChatGPT. Sin prometer revoluciones, ofrece herramientas reales para el día a día.
Todo esto con Android 15, cinco años de actualizaciones garantizadas y siete de parches de seguridad. Y por 799 € de partida, lo convierte en uno de los gama alta más atractivos y personales del momento.
El Nothing Phone (3) es el soplo de aire fresco que el mercado necesitaba. Diferente, valiente, funcional y muy, muy cool. De hecho, ya es tendencia. Lo vas a querer. Te lo aseguro.
