De igual forma que no existen dos personas o parejas iguales, no existe un solo matrimonio en el mundo que no haya pasado por dificultades en algún momento.
Las diferencias de opinión, los distintos gustos o estilos de vida, las tensiones diarias y los problemas de comunicación acaban generando conflictos que, en ocasiones, parecen insalvables.
No es de extrañar, por tanto, que muchas parejas se planteen recurrir a terapia de pareja, pero ¿hasta qué punto vale la pena recurrir a un psicólogo de pareja para salvar el matrimonio? Veamos lo que dicen expertos y usuarios.
Psicólogo matrimonial, la última carta para muchas parejas
La terapia de pareja ha demostrado ser una herramienta eficaz para mejorar la relación entre cónyuges. Esto se debe al rol del psicólogo de pareja como mediador neutral que trata de ayudar a ambas partes a expresar sus sentimientos y preocupaciones de manera clara y respetuosa.
Por otro lado, y conforme a sus conocimientos y experiencias previas con otras parejas, ofrece estrategias para mejorar la comunicación, identificar patrones de comportamiento negativos y trabajar en soluciones conjuntas.
Algo que necesitan muchas parejas para abordar sus problemas desde una perspectiva más objetiva y evitar que las emociones exacerben los conflictos.
Uno de los principales beneficios de acudir a terapia es que ayuda a prevenir la acumulación de resentimientos. Muchas veces, las parejas evitan confrontar sus problemas o dejan que estos se acumulen, lo que genera un distanciamiento emocional. Y es que el psicólogo de pareja facilita la expresión de emociones reprimidas y promueve el entendimiento mutuo, lo que puede fortalecer la conexión entre los cónyuges.
Por otro lado, es importante mencionar que la terapia de pareja no es una solución mágica. No todos los matrimonios pueden salvarse, y en algunos casos, la terapia puede revelar que la separación es la mejor opción para ambos. Sin embargo, acudir a un profesional brinda la oportunidad de intentar resolver los problemas con las herramientas adecuadas, lo que en muchos casos resulta en una mejora significativa en la relación.
No hay duda, por tanto, de que recurrir a un psicólogo de pareja puede ser una opción de lo más interesante para aquellas parejas que desean salvar su matrimonio, pero necesitan orientación profesional para hacerlo.
El éxito de la terapia, eso sí, dependerá del compromiso de ambos miembros y de su disposición a trabajar en los problemas que enfrentan juntos.
