El mundo del golf se encuentra en una encrucijada con la expansión del método AimPoint, una técnica de lectura de caídas en los greens que ha generado opiniones encontradas.
Mientras algunos jugadores y entrenadores defienden su eficacia para mejorar el rendimiento en el putt, otros lo consideran un obstáculo para la agilidad del juego y un factor que ralentiza las rondas.
¿Qué es el AimPoint y por qué genera controversia?
El AimPoint es un sistema que ayuda a los golfistas a predecir con exactitud el movimiento de la bola en los greens. Creado por el ingeniero Mark Sweeney, el método se basa en un enfoque matemático que evalúa factores como la inclinación, la velocidad de la superficie y la hierba. Los jugadores aprenden a sentir la pendiente con sus pies y a determinar la caída usando sus dedos como referencia visual.
Su uso ha crecido en los últimos años, con un 20% de los jugadores del PGA Tour utilizándolo para mejorar su putt. Sin embargo, la rutina meticulosa que requiere ha despertado críticas dentro del circuito. Con la intención de agilizar las partidas, algunos consideran que el AimPoint ralentiza el ritmo de juego y va en contra de las reglas de cortesía, ya que obliga a los jugadores a moverse con mayor detenimiento alrededor del hoyo.
¿Realmente mejora el rendimiento?
Los defensores del AimPoint aseguran que sí mejora la precisión en el putt. Instructores como David Morago y Álvaro Alonso afirman que el método ha beneficiado a muchos jugadores, desde profesionales del PGA Tour hasta golfistas del circuito femenino. Casos como el de Luna Sobrón, que pasó del puesto 120 al octavo en estadísticas de putt tras aplicar esta técnica, respaldan su efectividad.
Sin embargo, hay quienes no lo ven necesario. Jugadores y caddies como Iñigo Urquizu prefieren métodos más intuitivos, argumentando que algunos golfistas tardan hasta tres minutos en analizar una caída con AimPoint, lo que afecta el flujo del juego.
¿Debería prohibirse el AimPoint?
El debate sobre el AimPoint sigue abierto. Mientras algunos piden su prohibición, otros consideran que el problema no es la técnica en sí, sino su mala aplicación. De momento, la PGA no ha tomado medidas al respecto, pero con la creciente preocupación por el juego lento, el futuro de este método sigue en el aire.
