Bitcoin no pasa por su mejor momento. La criptomoneda más popular del mundo ha sufrido una notable caída, situándose en 88.200 dólares, su nivel más bajo desde noviembre.
En las últimas 24 horas, ha registrado un descenso del 4.89%, generando liquidaciones masivas que han afectado a más de 367.500 inversores y han sacado del mercado 1.340 millones de dólares.
Pero, ¿qué ha provocado esta bajada? Hay varios factores que explican este movimiento, siendo uno de los más relevantes el hackeo a Bybit, un exchange de gran importancia en el sector y que ha sido noticia en las últimas horas.
El impacto del ataque a Bybit

La plataforma Bybit ha sido protagonista en los últimos días tras sufrir un grave incidente de seguridad que resultó en la pérdida de 1.400 millones de dólares en activos digitales. Como consecuencia, 20.190 BTC han salido de sus reservas en un corto período, generando incertidumbre entre los inversores.
Cuando un exchange de este calibre se ve comprometido, la reacción suele ser inmediata: los usuarios retiran fondos por precaución, aumenta la oferta de Bitcoin en el mercado y el precio sufre una caída acelerada. Esta situación, unida a la presión vendedora que ya existía, ha agravado la corrección del precio.
¿Cuánto más puede bajar Bitcoin?
Los analistas coinciden en que la criptomoneda ha roto un soporte clave y podría dirigirse hacia los 85.000 dólares si la tendencia bajista persiste.
Un indicador importante a tener en cuenta es el Índice de Fuerza Relativa (RSI), que se encuentra cerca del nivel de 30 puntos, lo que sugiere una posible zona de sobreventa. Históricamente, valores similares han sido señal de un rebote, aunque no hay garantía de que esta vez ocurra lo mismo.
¿Momento de compra o hay más caídas por venir?
Mientras algunos ven este descenso como una oportunidad para comprar a precios más bajos, otros advierten que la volatilidad podría continuar. Todo dependerá de si el mercado logra recuperar la confianza o si el miedo sigue dominando las decisiones de los inversores.
BTC se encuentra en un momento de incertezas y, por tanto, inestabilidad. Veremos cuánto dura.