La formación para obtener el carnet de conducir en España podría experimentar un cambio radical. Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), permitir que los aspirantes aprendan a conducir con tutores no profesionales, como familiares o amigos, sería una medida efectiva para reducir costes.
Este modelo, inspirado en otros países europeos, ha comenzado a captar la atención de la Dirección General de Tráfico (DGT) y se está estudiando la posibilidad de incluirlo en un plan que acabe con las autoescuelas, tal y como las conocemos actualmente.
Conducción con tutores: la propuesta de la DGT
Bajo esta propuesta, los futuros conductores podrían salir a la carretera acompañados por un adulto con experiencia y carnet de conducir, dejando de lado los coches de autoescuela con doble mando y la supervisión de un instructor certificado.
Aunque este cambio podría facilitar el acceso al carnet y abaratar los costes, ha generado un intenso debate sobre su impacto en la seguridad vial.
La respuesta de las autoescuelas
Las autoescuelas han reaccionado a esta noticia con preocupación. Argumentan que los vehículos con doble mando no son un lujo, sino una herramienta fundamental para garantizar la seguridad durante el aprendizaje.
Según la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), los instructores son profesionales altamente capacitados que no solo enseñan a conducir, sino también a desarrollar hábitos de conducción responsable.
Álvaro Llamas, presidente de la Asociación Nacional de Autoescuelas (ANAES), añade que un tutor sin formación pedagógica no puede ofrecer la misma calidad de enseñanza. Además, plantea dudas sobre la responsabilidad en caso de accidentes y el riesgo de transmitir malos hábitos al volante.

La CNMC también ha propuesto medidas adicionales para modernizar el sector, como flexibilizar la obligación de contar con un local físico y un vehículo propio. Además, aboga por una mayor transparencia en la gestión de los exámenes, permitiendo que los aspirantes accedan directamente a la información y realicen gestiones con la DGT.
Si bien la DGT no ha confirmado la implementación de esta medida, sí ha mostrado apertura a explorar el modelo de tutores. De aplicarse, podría transformar la formación vial en España, pero también plantea grandes desafíos en términos de seguridad y regulación. Por ahora, el debate está abierto.