El número de robos de vehículos sigue aumentando en España. Concretamente, un 3% respecto al curso pasado hasta alcanzar los 100 coches robados cada día, según datos de la policía.
Una cifra alarmante que pone de manifiesto la cada vez mayor sofisticación de los delincuentes para llevarse los vehículos o lo que más les interesa de estos.
Y es que, como vamos a ver en las próximas líneas, los cacos no dejan de reinventarse para dar con nuevos y más efectivos métodos para robar coches.
Robo de coches por encargo, la nueva tendencia en España

Los robos por encargo para posteriormente venderlos en el mercado negro, o bien enteros, o bien por piezas, no paran de crecer en nuestro país, según la policía.
Dependiendo del sistema de seguridad de estos y su localización, los delincuentes deciden si llevarse el vehículo o robar piezas concretas de gran valor y muy fácil salida en el mercado negro como los volantes o los catalizadores.
El volante, el nuevo objetivo de los ladrones de coches
Un ejemplo claro es el caso de los Volkswagen Tiguan en su versión R, aunque otros modelos de marcas como BMW y Mercedes también están en el punto de mira.
El modus operandi es directo: los delincuentes rompen una ventanilla, acceden al interior y se llevan el volante, destrozando todo lo necesario en el proceso.
Lo que puede parecer un robo menor tiene consecuencias económicas devastadoras. Los volantes multifunción sustraídos están forrados en piel, integran botones, sensores y tecnología avanzada, lo que eleva su coste por encima de los 3.000 euros, en gran parte por la complejidad de los sistemas electrónicos que estos llevan.
El catalizador, una pieza codiciada
Junto a los volantes, los catalizadores son las otras piezas más robadas en la actualidad en España. Su valor en el mercado varía entre los 600 y 2.000 euros, dependiendo del modelo del vehículo y la dificultad para su instalación.
Además, contienen metales preciosos como platino, paladio o rodio, lo que los convierte en un blanco fácil para los delincuentes.