Leticia Sabater nunca ha pasado desapercibida. A sus 59 años, la catalana sigue siendo uno de esos nombres que generan titulares semana tras semana, ya sea por sus ocurrencias en televisión, por sus polémicas canciones o, más recientemente, por los impactantes cambios físicos a los que se ha sometido.
La Leticia que conocimos en los 80, cuando debutó en el mítico Un, dos, tres… como figurante, poco tiene que ver con la de hoy. Su paso por programas infantiles como No te lo pierdas o Desayuna con alegría la convirtió en un rostro habitual de la tele, pero con los años decidió dar un giro radical hacia los realities y la música para adultos, donde se coronó como “reina del salseo” con temas tan virales como La Salchipapa o Toma pepinazo.
Una vida entre la tele y la música
Durante los 90, Sabater era sinónimo de entretenimiento infantil en España. Sin embargo, con el tiempo cambió los estudios de TVE y Telecinco por la experiencia extrema de realities como Supervivientes, Acorralados o La casa fuerte. Pero su reinvención más sonada llegó con la música: en 2011 dio carpetazo al pop infantil para lanzarse de lleno a canciones provocadoras que rápidamente se hicieron virales en redes sociales.
Operaciones de lo más variadas
Si hay algo que también ha definido a Leticia en los últimos años es su larga lista de cirugías estéticas. La presentadora nunca ha ocultado que se ha operado el pecho, el rostro y hasta zonas más íntimas. En 2015 confesó haberse sometido a una polémica intervención para “volver a ser virgen”, y solo dos años después invirtió más de 200.000 euros en una liposucción integral que dio mucho de qué hablar.
Blefaroplastia, rinoplastia, retoques dentales, eliminación de manchas faciales… la lista es extensa. Su cuerpo y su cara han sido un lienzo en constante cambio, siempre acompañados de titulares y comentarios en redes que van desde la sorpresa hasta la crítica más feroz.
Hoy, Leticia Sabater es un icono mediático irreverente. Puede que sus canciones no sean lo más refinado, ni sus operaciones lo más aplaudido, pero nadie puede negar que sabe cómo mantenerse en boca de todos. A sus casi seis décadas, sigue demostrando que lo suyo es reinventarse, provocar, entretener y no dejar a nadie indiferente.