El asturiano vuelve a dar que hablar. Fernando Alonso ha dejado caer que 2026, el año en el que Aston Martin debería tener un coche para ganar, podría ser también el momento de poner punto final a su larguísima trayectoria en la Fórmula 1. Y claro, con esa frase ha hecho saltar todas las alarmas en el paddock y entre los fans.
Alonso ya piensa en la retirada de la F1
A sus 44 años (los cumplirá en julio de 2026), Alonso sigue siendo uno de los pilotos más competitivos de la parrilla. Pero el propio bicampeón sabe que no se puede luchar contra el reloj. En una entrevista reciente deslizó que 2026 podría ser “la temporada de todo o nada”: o vuelve a pelear por victorias con Aston Martin o se baja definitivamente del coche verde.
No sería raro. La F1 que viene trae un cambio enorme de reglamento, con nuevos motores híbridos y coches completamente distintos. Aston Martin confía en dar el salto definitivo a la élite, pero Alonso no oculta que ese año también será clave para tomar una decisión personal.

Aston Martin, el gran “último proyecto”
Lawrence Stroll, dueño del equipo, ha invertido millones en fábricas, túneles de viento y fichajes de ingenieros. La idea es clara: que 2026 sea el año del gran golpe sobre la mesa. Y Alonso, como buen zorro viejo, se ha subido a ese tren. Sabe que es probablemente su última oportunidad real de sumar un tercer título o al menos de volver a ganar grandes premios.
Pero también deja claro que no piensa seguir indefinidamente. Ha repetido varias veces que no quiere “alargar” su carrera solo por estar. Si no hay resultados, 2026 podría ser su despedida.
¿Un adiós con gloria?
El sueño de muchos fans es que Alonso cierre su trayectoria con una victoria. No hace falta que sea campeón del mundo —aunque sería el broche de oro—, pero sí que logre subirse a lo más alto del podio antes de decir adiós. El asturiano ya lo dejó claro: no quiere una retirada gris.
Lo que está claro es que, si 2026 es su último baile, será un año cargado de emoción. Alonso, Aston Martin y la F1 entera saben que podría ser la última vez que veamos al “nano” volando bajo con un Fórmula 1.