Las formas de amar están cambiando, y no hablamos solo de aplicaciones de citas o de relaciones abiertas. Lo que ahora está en boca de muchos psicólogos y coaches de pareja son las parejas TIL. ¿No te suena? Tranquilo, porque en poco tiempo escucharás este término por todas partes.
Qué son las parejas TIL
Las siglas vienen del inglés Together in Life (“Juntos en la vida”). Se trata de parejas que comparten proyectos, decisiones y futuro… pero no techo. Es decir, construyen una relación estable sin necesidad de convivir en la misma casa.
La clave está en que no renuncian al compromiso: siguen tomando decisiones importantes juntos, mantienen la intimidad emocional y planifican su vida de forma compartida. Lo que eliminan de la ecuación es la convivencia diaria, con sus roces y rutinas.
Diferencias entre parejas TIL y LAT

Aquí mucha gente se lía porque existe otro término parecido: las parejas LAT (Living Apart Together). La diferencia es que en el modelo LAT el compromiso suele ser más flexible, más enfocado en la independencia personal. En cambio, las TIL priorizan el proyecto común, aunque cada uno duerma en su propia cama.
Por qué están creciendo estos nuevos tipos de pareja
Hay varios motivos. Algunos son prácticos: trabajos en ciudades distintas, hijos de relaciones anteriores o incluso cuestiones económicas. Pero lo que realmente explica el auge de las parejas TIL es un cambio de mentalidad. Cada vez más personas valoran la libertad individual y prefieren no renunciar a su espacio personal.
¿Funciona este tipo de relación?
Los expertos coinciden: sí, puede funcionar. De hecho, muchos señalan que las parejas TIL suelen aprovechar mejor su tiempo juntos, porque eliminan las discusiones cotidianas sobre horarios, decoración o tareas domésticas. Se centran en disfrutar y en reforzar la relación.
Eso sí, aunque sean tendencia, no todo es idílico. La falta de convivencia puede generar distancia emocional o dudas sobre el futuro. Si la decisión de vivir separados nace del miedo o de inseguridades pasadas, es más difícil que el modelo aguante.
En cualquier caso, las parejas TIL reflejan cómo el amor se adapta a los nuevos tiempos: menos normas rígidas, más flexibilidad y un mayor respeto a la autonomía. Quizá no sea para todo el mundo, pero quienes lo prueban aseguran que puede ser una fórmula más sana y equilibrada que la convivencia tradicional.