España es el país de la Unión Europea con mayor esperanza: 84 años; es decir, dos años y medio más que la media de la UE.
Dos de las claves para entender por qué sucede esto son, como ponen de manifiesto diferentes científicos como Diana Díaz-Rizzolo, investigadora de la UOC y experta en nutrición y longevidad, el estilo de vida y eficiente sistema sanitario público del que disfrutamos.
Y es que, como apunta Díaz-Rizzolo, una dieta sana y equilibrada, combinada con un poco de actividad física, puede resultar decisivo para vivir más y mejor.
Alimentos para mejorar la calidad de vida
Según esta investigadora, las dietas restrictivas no suelen resultar efectivas a largo plazo, por lo que lo idea es diseñar un menú semanal variado, poniendo el acento en la calidad de los productos.
También subraya la importancia de adaptar la alimentación a las necesidades energéticas cambiantes que se presentan con la edad, como la reducción del gasto energético basal.
Los alimentos ultraprocesados, recuerda, son especialmente perjudiciales, ya que además de aportar calorías vacías, promueven el envejecimiento celular y aumentan la fragilidad y el riesgo de mortalidad.
En cuanto a los macronutrientes, la experta recomienda priorizar las proteínas de origen vegetal sobre las animales. De igual forma, agrega, aumentar la ingesta de proteína vegetal puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares.
Por último, recomienda enormemente moderar el consumo de cereales y tubérculos y aumentar el de frutos secos, aceite de oliva y aguacates; alimentos, estos últimos, ricos en grasas saludables de origen vegetal, contribuyen a la prevención de patologías y al combate contra el envejecimiento celular.
Según Díaz-Rizzolo, seguir estos consejos y realizar un mínimo de actividad física diaria, que puede ser andar un poco y estirar los principales grupos musculares en casa, puede influir de forma decisiva en la calidad de vida y, a largo plazo, en la esperanza de vida.
